Monday, November 05, 2007
5/11
El fin de semana estuve a punto de la locura.
De tanto pensar. De tanto imaginar, de tanto querer.
El viernes estaba cansada. No salí.
El sábado a pesar de que el dia estaba lindo, me cerré como una ostra. No quise entablar conversación ni contacto visual con nadie. Me encerré.
Cómo la vieja reacción que tengo cuando estoy enferma o me siento mal. Me escondo y cuando se me pasa, salgo.
Y el sábado en la noche salí.
Sambé hasta que me dolieron los pies y la transpiración impedía subir fácil los jeans.
Y luego nos fuimos un grupo a ver el amanecer a Barra da Tijuca. Y escuchando Clara Nunes en el auto, sentía que me volvía el alma al cuerpo.
Lo bueno. Fue lindo, me sentí acogida, las tallas, las cervezas, la guitarra.
Lo malo. No me gusta la marihuana. No fumo. Y me da un poco de lata cuando no puedo seguir las risas. Además, en este Rio, con los traficantes haciendo fiesta... es igual de violento encontrarse con el tráfico y con el consumo. Simplemente no me agradan, ninguno de los dos mundos ... que se sustentan mutuamente.
En fin.
De vuelta pasé en Copa (9 am) a comprar pancito fresco y un queque de aipim y coco para el desayuno, tenía HAMBRE.
Y dormí hasta la tarde.
Llovío sin parar.
No paré de pensar, también por la lluvia. Me obliga a quedarme en las ventanas a ver llover mientras la mente se escapa y se va donde ella quiere. Es decir, donde ti.
Pueden notar mi tono más melancólico? Estoy hablando mas pausado y mas bajito.
O es el amor, o es la pena. No hay más alternativas.
Besos,
Clau.
De tanto pensar. De tanto imaginar, de tanto querer.
El viernes estaba cansada. No salí.
El sábado a pesar de que el dia estaba lindo, me cerré como una ostra. No quise entablar conversación ni contacto visual con nadie. Me encerré.
Cómo la vieja reacción que tengo cuando estoy enferma o me siento mal. Me escondo y cuando se me pasa, salgo.
Y el sábado en la noche salí.
Sambé hasta que me dolieron los pies y la transpiración impedía subir fácil los jeans.
Y luego nos fuimos un grupo a ver el amanecer a Barra da Tijuca. Y escuchando Clara Nunes en el auto, sentía que me volvía el alma al cuerpo.
Lo bueno. Fue lindo, me sentí acogida, las tallas, las cervezas, la guitarra.
Lo malo. No me gusta la marihuana. No fumo. Y me da un poco de lata cuando no puedo seguir las risas. Además, en este Rio, con los traficantes haciendo fiesta... es igual de violento encontrarse con el tráfico y con el consumo. Simplemente no me agradan, ninguno de los dos mundos ... que se sustentan mutuamente.
En fin.
De vuelta pasé en Copa (9 am) a comprar pancito fresco y un queque de aipim y coco para el desayuno, tenía HAMBRE.
Y dormí hasta la tarde.
Llovío sin parar.
No paré de pensar, también por la lluvia. Me obliga a quedarme en las ventanas a ver llover mientras la mente se escapa y se va donde ella quiere. Es decir, donde ti.
Pueden notar mi tono más melancólico? Estoy hablando mas pausado y mas bajito.
O es el amor, o es la pena. No hay más alternativas.
Besos,
Clau.
