Thursday, February 14, 2008

Hace tiempo que no escribia.
Pasó carnaval y aquí el anho sólo comienza despues de eso, por lo tanto, he estado con muchas cosas en la pega.
Creo que estoy un poco más vieja, al menos me di cuenta de que el tumulto / bullicio / tratar de moverse entre miles de cuerpos sudados .... no me divierte tanto así.
Igual, la samba estuvo deliciosa, fui a la Sapucaí y estuve a un pelo de desfilar.... me discriminaron por BLANCA, mi ala era sólo de negros, y yo me veía como un como de nieve fosforecente.... no haber tenido un corcho quemado!. En fin, estoy cada dia más cerca de pisar la Sapucaí de plumas y lentejuelas.
Llovió muuuchisimo, casi todos los días. Igual hubo blocos y playas y capetas y fiesta hasta el cansancio.
He andado para arriba y para abajo con la galera de bichas, mi querida manga de amigos gays, comenzé con dos y ya vamos en 8!
Ayer me junté con ellos despues del trabajo, me destornillo de la risa, meu Deus como me rio con las muchachas y me cuidan que es un gusto. Lo negativo es que me espantan a todos los hombres eteros que se me acercan.
Los voy a extranhar mucho, la mayoria vuelve a sus cuidades despues del mes de vacaciones (sip, acá es un mes) y yo tampoco me puedo volver una Clau Queen de tanta junta con viados.
El trabajo está complicado, estoy desencantada y eso me preocupa... hay cosas que desisto de entender. Prefiero pensar que son los altos y bajos normales. Pero definitivamente hay dias en que me agoto.
La agencia se va a mudar de Barra da Tijuca para el Centro de Rio, para mi es muy bueno, pierdo de irme en la micro bordenado la playa, pero me queda a 10 minutos en metro y en el centro está TODO. Es muy entretenido.


El lunes murió mi abuelo. Me enteré por mail... me dio pena no haberlo conocido tanto. Es mi sangre y fue casi un desconocido. Me dio pena -y mucha- no poder estar abrazando a mi mamá, a la Manguin, a los primos... la distancia dolió.
Mi abuelo siempre fue una persona distante. Era alcoholico, separado de mi abuela, le hizo mucho danho a los 7 hijos que tuvo, pero lo recuerdo más que nada como ese hombre grunhón y narigón que tocaba el piano, también que saludaba diferente ... "Quiubo mijita" es la frase que se me viene a la cabeza cuando lo recuerdo.
El tocaba el piano que era una delicia. En la comunca de San Miguel (un barrio muy pobre de Santiago) los vecinos no eran muy amigos de la música clasica que mi abuelo tocaba... le decían el "loco del piano" y como la casa era esquina, se entretenian rayando las paredes y robando las naranjas que mi abuelo tenia en el patio.
Él tenía una tienda de zapatos en la Estación Central. También sé que estuvo en el Seminario para ser cura y que se salió para casarse. Que comia ostias con mermelada en esa época.
Que tenía una colección de Papeluchos que yo adoraba sacar de un estante que tenía en la pieza, las pocas veces que fui a su casa.
Que su ropa olía a naftalina.
Y me da pena no haberlo conocido en profundidad... no haber sabido más de su vida, su historia... a pesar de que no abrio nunca la puerta, recuerdo que siempre me llamaba para mi cumpleanhos, que hablabamos cortito y distante. Pero me llamaba.

En fin, he pensado mucho en el perdón. En cómo los hijos, la ex-mujer lo perdonaron, mi madre me contó que incluso mi abuela rezaba junto a él la última semana.
Me quedo con eso. Creo que es la gran lección. Yo también quiero que me perdonen y perdonar claro.

Y sigo remando, hasta que llegue a la orilla, como sea!
Besos infinitos.

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