Tuesday, June 10, 2008

Defendendo la risa, pluma por pluma

Densa, como sopa de zapallo.
Hace pocos dias me vi obligada a abrir una puerta...no sé sin fue la saudade, la nostalgia que llegó con este falso invierno. O fue recordar a Neruda, mi tierra, mi padre... mi infancia.
Por estos dias y gracias a youtube he dado con canciones y videos de mis primeros anhos.
Ni sé si estaba preparada, no sé si fue premeditado pero me acuerdo de con qué lucidez me presentaron el mundo, sin ahorrarme dar de cara con dolores, con poesia, con revoluciones...
Mi padre, sin piedad de mis cortos anhos me contaba la historia de Miguel Hernandez, el poeta espanhol, que preso y luego de recibir la carta de su mujer donde le contaba que se alimentaba de pan y cebolla, ella y su hijo de 8 meses, ecribió una de las poesias mas bellas, dolorosas y esperanzadoras que conozco. Un grito. Yo la conoci como la canción de Serrat.
Miguel, murió en la cárcel.
Poco antes de morir a los 32, disparó la sguiente frase:

"Adiós, hermanos, camaradas y amigos
Despedidme del sol y de los trigos"

Yo no tengo idea que hubiera sido de mi sin todas esas historias, y libros, y puertas que abrieron confiando en que no era chica para entender, porque la verdad no lo era! Una de las anécdotas que mi madre recuerda hasta hoy, eran los llamdos de las monjas contándole cómo yo con 8 anhos (2 básico) habia parado una clase para hablar de justicia, de las cosas que como ninhos bien no veíamos, etc. la monja me dejaba... total era mas o menos coherente. Y yo recuerdo esa sensación, de entender mucho más el mundo, pero poder hablar porque iba a sonar raro viniendo de un ninho... en fin, otro dia continuaré.

Voy a dejar mis trechos favoritos de la poesia/canción, ahora que saben el contexto, no dejarán de entender el nudo en la garganta y cómo me iba a la cama pensando que allá afuera las cosas no eran todas bellas y buenas;.

Besos con gusto a nostalgia.
Clau.

Nanas de la cebolla (Miguel Hernandez)

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
. .
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
. . . .
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
.
Repito lo más bello.

"Defendiendo la risa
pluma por pluma"

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